[Novela] Reencarné como el hermano mayor de la villana - Capítulo 36: El príncipe amable
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«Cálmense, los dos.», dijo Cain.
Los dos niños de cuatro años seguían medio de pie, pero cada uno de ellos tenía un talón suspendido en el aire, y Cain los sostenía, y los mantenía separados.
Aunque Cain tenía siete años, tres más que los dos pequeños, para levantarlos tenía que mantener los brazos muy por encima de su cabeza, ya que no era mucho más alto que ellos. Parecía que tenía los brazos levantados en señal de celebración. Cain observó cómo los dos niños más pequeños agitaban los brazos y daban patadas con las piernas, luego los dejó en el suelo y dio un paso atrás.
Sin dejar de tomarlos de la mano, Cain se agachó y los miró a cada uno a los ojos.
«¿Han terminado?», preguntó Cain.
«Mmhm.», dijo Diana.
«Sí.», dijo Arundilano.
«Bien».
Cain les dedicó una sonrisa, y ellos parecieron aliviados al verla.
Miró a Diana con una expresión de preocupación en su rostro y dijo: «Diana. Si alguien empieza a hablarte, tienes que mirarlo al responder. De lo contrario, si hay mucha gente alrededor, se hace difícil saber con quién estás hablando».
«¡Pero, hemano! Cuando dijo ‘mira’, yo dije ‘luego’, enseguida…», dijo Diana.
Cain se dio cuenta de que Diana quería decir que lo que había dicho era claramente una respuesta a lo que había dicho Arundilano.
Cain negó lentamente con la cabeza y dijo: «Diana, en ese momento, estabas hablando con otra persona, ¿verdad? ¿Kay, dijiste?»
«Mmhm. Kay estaba tratando de pensar en una respuesta a mi cuestionario, y yo le estaba dando pistas y demás.», dijo Diana.
«Bueno, entonces, el príncipe heredero podría haber pensado que estabas continuando tu conversación con Kay.», dijo Cain.
«¿Eh?», preguntó Diana, exasperada.
«Bueno, podría haber pensado que Kay te pidió otra pista, y tú le dijiste ‘luego’. Después de todo, estabas mirando a Kay cuando lo dijiste.», dijo Cain.
Diana no respondió, pero parecía avergonzada.
En respuesta, Cain sonrió aún más. Una vez que le explicó la situación con detenimiento, Diana fue lo suficientemente inteligente como para entenderlo. ‘Realmente es la mejor hermana pequeña del mundo.’, pensó Cain.
En la mansión Elgrandark, como todo el mundo prestaba atención a Diana, nunca se confundía con quién estaba hablando. Incluso si no miraba a la persona con la que hablaba, si Cain estaba cerca, la guiaba suavemente y la aconsejaba sobre sus modales. Esta era la primera vez que Diana estaba en un grupo de personas fuera de la mansión, y Cain tuvo que explicarle que no había respondido correctamente.
«Buena niña. Eres muy inteligente, Diana. A partir de ahora, cuando respondas a alguien, lo harás mirando su rostro antes de hablar, ¿sí?», preguntó Cain.
«Mm-hm.», dijo Diana.
Cain quiso revolver el pelo de Diana, pero se dio cuenta de que tenía las dos manos ocupadas, así que utilizó el dorso de la mano para darle una palmadita en la cabeza, sin dejar de tomar su mano.
Luego, al ver que Diana se reía tímidamente, se dio la vuelta y se encontró con los ojos de Arundilano.
«Alteza. Cuando empiezas a hablar con alguien, también tienes que mirarlo a la cara. Como eres de la realeza, creo que habrá muchas situaciones en las que hables con muchas personas a la vez. Ese día, sin embargo, querías que Diana y Kay se dieran vuelta, ¿no? Si es así, deberías haber ido delante de Diana y Kay, y después de ver sus caras, deberías haber dicho: ‘Por favor, miren mi castillo’.».
«Pero cuando dije: ‘Miren’, antes de eso, todos los demás miraron.», dijo Arundilano.
«Si alguien está lejos o concentrado en otra cosa, le resulta bastante difícil oír tu voz. Si quieres llamar a alguien cuando está de espaldas a ti, debes llamarlo por su nombre. Si no lo haces, nadie puede saber que lo estás llamando por detrás.», dice Cain.
«Pero yo no sabía sus nombres, todavía…»
«Tienes razón. Por eso deberías haber caminado hasta donde pudieras mirarlos, y luego empezar a hablarles.»
Cain había explicado todo con suavidad hasta el momento, pero a continuación adoptó una actitud estricta. Cain miró fijamente a los ojos de Arundilano.
«Aunque te hayan ignorado, o te hayan dejado de lado para más adelante, eso no te da derecho a tirar del brazo de una chica. Como ya te has disculpado, no seré demasiado duro contigo, pero a partir de ahora no debes ser violento con una chica, nunca más.», dijo Cain. Quería dejar este punto muy claro.
Si de alguna manera no se podía evitar la Ruta del Príncipe Heredero, siempre y cuando el Príncipe Heredero pudiera convertirse en alguien que viera lo horrible que era hacer daño a una chica, podría no vender a Diana a un anciano.
La misión de Cain era evitar que Diana se convirtiera en una villana para impedir que la Ruta del Príncipe Heredero se hiciera realidad, pero había pequeñas cosas que podía hacer como un seguro, en caso de que eso no funcionara.
«¿Aunque la chica sea mala?», preguntó Arundilano.
«Incluso si la chica es mala. No se puede combatir la maldad con maldad. Un gran hombre evitará toda maldad con dignidad.», dijo Cain.
«¿Incluso si la chica me pega primero?»
«Debes actuar de tal manera que nunca resulte que una chica te golpee en primer lugar. Es algo bastante difícil de hacer, pero Su Alteza, usted es un príncipe, así que debe aprender a hacerlo».
Arundilano se quedó pensando en lo que decía Cain. Se llevó el puño a la boca y fue asintiendo y murmurando en señal de comprensión.
«Lo entiendo. Soy el Príncipe Heredero, así que debo aceptar la maldad.», dijo Arundilano.
No lo entendió.
«No. El Hermano acaba de decir que debemos mirarnos a la cara cuando hablamos.», dijo Diana, interviniendo tras escuchar nuestra conversación.
«Fue mezquino por mi parte decir ‘luego’, sin darme la vuelta, pero si me dices ‘Diana, date la vuelta, por favor’, quizá me hubiera dado la vuelta antes de hablar contigo.», dijo Diana.
«¡Eso es muy inteligente, Diana! Así es. ¡Eso es lo que estoy tratando de decir!» dijo Cain.
Cain finalmente soltó la mano de Diana y le revolvió el pelo.
«Su Alteza. No existe una chica que sea mala desde el principio. Siempre hay algo que las hace querer ser malas. Así que hay que quitarles lo que las hace malas.», dijo Cain.
No existe una chica que sea mala desde el principio. Cain hablaba de Diana. Diana no era una villana desde el momento en que nació, y como Cain la estaba criando, era adorable y correcta y buena, por ahora.
Por su experiencia como empleado de despacho a sus treinta años, Cain sabía que había gente que era mala desde el día en que nacía. Sabía que había gente que disfrutaba siendo rencorosa sin motivo.
Sin embargo, no tendría sentido mencionarlo ahora, y como Arundilano era el Príncipe Heredero, probablemente no se encontraría con mucha gente así.
«Las personas que son tratadas con amabilidad devolverán esa amabilidad. Por favor, intenta ser un príncipe amable.», dijo Cain.
Cain trató de explicarlo en términos sencillos para que el joven príncipe lo entendiera. Quería que supiera que Cain no le estaba pidiendo que soportara la maldad.
«No lo entiendo realmente, pero está bien. No tengo que apoyar la maldad, tengo que ser amable.», dijo Arundilano.
Arundilano asintió, y Diana se acercó y le despeinó el pelo, diciendo: «Bien, bien». Ella no se contenía en revolver su cabello.
«Muy bien, Alteza.», dijo Cain, soltando su mano y uniéndose al revuelo. La cabeza de Arundilano era empujada de un lado a otro por las manos de Diana y Cain, pero su cara mostraba que estaba feliz.
[Traducción: Teru~
Corrección: Teru~ ]