Renacimiento del emperador Xuan Tian - novela - Capitulo 19
Capítulo 19: La Unión de los Poderes
El retorno del Valle de las Almas Perdidas marcó un nuevo capítulo en la historia de la Secta del Dragón Celestial. Xuan Tian, con el pergamino de la Iluminación en su poder, convocó una reunión extraordinaria con los líderes de las sectas aliadas. El salón principal de la secta estaba lleno de representantes de diversas facciones, todos esperando ansiosamente las palabras del Gran Emperador.
«Compañeros cultivadores,» comenzó Xuan Tian, su voz firme resonando en la sala, «hemos superado una serie de pruebas que no solo han fortalecido nuestra secta, sino que también han revelado verdades profundas sobre nuestro propósito y destino. Hoy, les presento el pergamino de la Iluminación, un artefacto que contiene conocimientos y técnicas ancestrales que pueden guiar a todos nosotros hacia una nueva era de paz y prosperidad.»
El pergamino fue desplegado y su luz dorada iluminó la sala, provocando murmullos de asombro entre los presentes. Los líderes de las sectas intercambiaron miradas, conscientes de la magnitud del descubrimiento.
«Propongo que unamos nuestras fuerzas más estrechamente,» continuó Xuan Tian. «No solo como aliados temporales, sino como una verdadera coalición de sectas dedicadas a la protección y el equilibrio del universo. Con el poder combinado y el conocimiento de este pergamino, podemos enfrentar cualquier amenaza y asegurar un futuro próspero para todos.»
Liang Shen, quien había regresado con ellos del valle, se adelantó. «Conozco los secretos de este pergamino. Puedo ayudar a interpretar y enseñar sus técnicas a todos los miembros de esta coalición.»
La propuesta de Xuan Tian fue recibida con entusiasmo y aprobación unánime. La creación de una Gran Alianza de Sectas fue formalizada, con cada secta contribuyendo con sus mejores cultivadores y recursos. La Secta del Dragón Celestial, siendo el núcleo de esta alianza, se convirtió en el centro de entrenamiento y desarrollo.
Durante las siguientes semanas, la secta se convirtió en un hervidero de actividad. Se establecieron nuevas salas de entrenamiento y bibliotecas donde se compartían conocimientos. Xuan Tian y Liang Shen, junto con otros maestros, dirigieron sesiones intensivas de estudio y práctica de las técnicas del pergamino de la Iluminación.
Una de las técnicas más avanzadas era la Fusión del Qi, que permitía a los cultivadores combinar sus energías para crear formaciones poderosas y defensas impenetrables. Los discípulos trabajaron arduamente para dominar esta técnica, y los resultados fueron impresionantes. Formaciones de energía luminosa protegían la secta, y los cultivadores mostraban habilidades que superaban con creces sus límites anteriores.
En medio de este auge de actividad, una nueva amenaza comenzó a emerger. Los rumores de una secta oscura, conocida como la Secta del Vacío Eterno, empezaron a circular. Se decía que esta secta, liderada por un misterioso cultivador llamado Wu Jian, estaba reuniendo fuerzas para desafiar el equilibrio recién establecido.
Xuan Tian convocó una reunión de emergencia con los líderes de la alianza. «No podemos permitir que la Secta del Vacío Eterno desestabilice nuestra paz. Debemos actuar con rapidez y determinación.»
Liang Shen habló sobre la naturaleza de Wu Jian. «Es un cultivador formidable, que ha dominado técnicas oscuras y prohibidas. Su objetivo es absorber el Qi de otros cultivadores para aumentar su propio poder. Si no lo detenemos, su crecimiento será exponencial y devastador.»
La alianza decidió enviar una fuerza de avanzada para investigar y, si fuera necesario, confrontar a la Secta del Vacío Eterno. Xuan Tian, Ming Jue, Lin Bao y otros cultivadores de élite se ofrecieron como voluntarios para liderar esta misión. Partieron al amanecer, dejando la seguridad de la secta en manos de los líderes restantes.
El viaje hacia el territorio de la Secta del Vacío Eterno fue largo y peligroso. El paisaje se volvía cada vez más desolado y oscuro a medida que se acercaban. Finalmente, llegaron a una vasta fortaleza rodeada de una energía negra y opresiva.
«Este es el corazón de su poder», dijo Xuan Tian, observando la fortaleza con determinación. «Debemos ser cautelosos, pero no podemos permitirnos retroceder.»
Dividieron sus fuerzas en pequeños grupos para infiltrarse en la fortaleza. Xuan Tian, acompañado por Ming Jue y Lin Bao, lideró el ataque frontal, mientras otros grupos se dispersaban para sabotear las defensas desde dentro.
Dentro de la fortaleza, los pasillos estaban llenos de sombras y ecos de poder oscuro. El enfrentamiento fue inevitable. Los seguidores de Wu Jian, consumidos por el Qi oscuro, atacaron con una ferocidad descomunal. Sin embargo, los cultivadores de la alianza estaban preparados. Utilizando la técnica de la Fusión del Qi, repelieron los ataques y avanzaron con determinación.
Finalmente, llegaron a la cámara central, donde Wu Jian los esperaba. Su presencia era intimidante, envuelta en una energía oscura y pulsante. «Así que han venido a desafiarme,» dijo con una sonrisa siniestra. «Veremos si son dignos de enfrentarse al verdadero poder del vacío.»
La batalla que siguió fue intensa y brutal. Wu Jian desató oleadas de energía oscura, tratando de desestabilizar la formación de la alianza. Pero Xuan Tian, utilizando las técnicas del pergamino de la Iluminación, mantuvo a sus compañeros unidos. Sus ataques coordinados y precisos comenzaron a debilitar las defensas de Wu Jian.
En el clímax de la batalla, Xuan Tian y Wu Jian se enfrentaron directamente. La energía de ambos chocó en un espectáculo de luces y sombras. Con un último esfuerzo, Xuan Tian canalizó toda su fuerza y sabiduría en un golpe definitivo, desintegrando la oscuridad que rodeaba a Wu Jian.
Con la caída de Wu Jian, la fortaleza de la Secta del Vacío Eterno comenzó a colapsar. Los discípulos de la alianza se apresuraron a escapar, llevando consigo a los heridos y celebrando su victoria.
De regreso en la Secta del Dragón Celestial, fueron recibidos como héroes. La amenaza de la Secta del Vacío Eterno había sido neutralizada, pero Xuan Tian sabía que el camino hacia la paz y el equilibrio era constante y desafiante.
Mientras se preparaba para una nueva era de colaboración y crecimiento, Xuan Tian miró a sus discípulos y aliados con orgullo y determinación. Sabía que, con la fuerza de su unidad y la sabiduría del pergamino de la Iluminación, podían enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara.